Todas las cosas tienen un ciclo de vida, que tarde o temprano termina. Sin embargo no deja de moverme el saber que el ambiente en donde me moví durante mi adolescencia y los principios de mi juventud esté agonizando y cual enfermo terminal sólo sea esperar un poco para verlo morir.
Si bien estoy conciente que llegaría un momento donde las noches coloniales y las estudiantinas serían sólo un recuerdo, por un momento pensé que sería cuando tuviera unos cuarenta y se lo contara a mis hijos, como una anécdota; no a los 25.
Grandes recuerdos me trajo ese concierto, hacía varios años que no veia a la estudiantina del Miguel Angel y varias canciones fueron despertando remembranzas en mi.
Claro también estuvo presente el factor ardillez, al ver a la primera mujer que me bateo vilmente, hace diez años, en su mismo lugar, tocando la mandolina. Afortunadamente ahora me puedo reir de eso. jeje
En fin, se termina una época, que si bien en su momento fue de suma importancia para mi, ahora ya no forma parte de mi realidad, empero, se le extrañará.
Supongo que para Ana y las demás "hijas del verbo encarnado" ha de ser más dificil todavía y se que pronto pasaremos por lo mismo los exalumnos del CUM. La Rondalla fue el primer grupo del ambiente, la pregunta es si resistirá a ser el último con dignidad.
1 comentario:
¿Qué puedo decir? Réquiem de capa roja, acudí por el recuerdo y la melancolía; vivimos buenos tiempos en ese ambiente pero llegó el momento en que eso terminó para cada uno; la diferencia esta vez fue el final colectivo... las luces se apagaron y al final la tradicional Una canción no es suficiente... "Lentamente el tren se aleja ya y al volver la vista atrás, hay mil recuerdos que se pierden en la inmensidad, la bruja y la princesa, se han ido... Una canción no es suficiente al intentar, decirte lo que siento dentro al tenerme que marchar, una canción no es suficiente para explicar que tras de un sueño voy y un día, lo he de alcanzar." -Ana-
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