sábado, septiembre 03, 2005

De los héroes y antihéroes

Empieza septiembre y con ello las fiestas patrias.

Creo que en otras veces ya he tocado el tema e incluso escrito algunos artículos sobre el mismo. Ahora lo quiero abordar acerca de la manipulación histórica a favor de un supuesto nacionalismo.

Bien sabido es que los “heroes de la patria” han sido sublimados a veces al extremo, siendo que como todo humano tenían sus aciertos y errores.

Es curiosa la historia de México, “conquistado por los indígenas y liberado por los españoles”. Y es que nuestro país comienza cuando los pueblos sometidos por los Aztecas se unen a Cortés, iniciando el nacimiento de un nuevo país sincrético, mestizo por antonomasia y la del México independiente, cuando fue liberado por Agustín de Iturbide, hijo de españoles pero nacido aquí.

La historia ha sido deformada desde entonces, diciendo que nuestras raices son solo los indígenas, siendo que son tanto ellos como los ibéricos los que nos formaron. Vaya incluso un ejemplo es nuestro Himno nacional, cuya letra fue escrita por un Mexicano y la música por un español.

Sin embargo, dentro de todas estas tergiversaciones, hay personajes que realmente se han entregado a su nación, como los cadetes que defendieron chapultepec contra la invasión gringa, o el General Anaya (si, es un personaje, no sólo una estación del metro) y su inmortal frase “Si hubiera parque, usted no estaría aquí”. Mientras Marx y Engels aplaudian la victoria del país de las barras y estrellas.

En un periódico de Bruselas, Engels publicó en enero de 1848 lo siguiente: “Hemos presenciado también con la debida satisfacción la derrota de México por los Estados Unidos. También esto representa un avance. Pues como un país embrollado en sus propios negocios, perpetuamente desgarrado por guerras civiles y sin salida alguna para su desarrollo; un país cuya perspectiva mejor habría sido la sumisión industrial a Inglaterra; cuando el país se ve arrastrado forzosamente al progreso histórico, no tenemos más que considerarlo como un paso dado adelante. En interés de su propio desarrollo, convenía que México cayese bajo la tutela de los Estados Unidos. La evolución de todo el continente americano no saldrá perdiendo nada con que éstos, tomando posesión de California, se pongan al frente del Pacífico”. En un periódico parisino, Carlos Marx hizo un comentario en los mismos términos y concluyó, demoledor, que para su criterio, los mexicanos éramos entonces “les dernier des hommes”

Pero hay un personaje en particular (tal vez dos si tomamos a Villa) que ha sido sublimado a extremos lastimosos, teniendo en cuenta que sus actos lo debería calificar como todo lo contrario a lo que se le atribuye. Me refiero a Benito Pablo Juarez García.

El afamado “Benemerito de la Américas” fue uno de los personajes más funestos y contrarios a cualquier sentimiento nacional, un hombre hambriento de poder que, con tal de preservarlo, casi vendió México.

El embajador gringo en 1858 ofreció al entonces presidente Zuloaga 25 millones a cambio de Baja California, sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, al negarse, el gobierno de EU desconoció a Zuloaga y se declinó por Juarez que aceptó el trato. Por no estar consolidado en el poder, el tratado, afortunadamente no entró en acción. Sin embargo un año después, “Don Benito” hizo un segundo intento, alentando el tratado de McLane-Ocampo, donde Melchor Ocampo, ministro de relaciones de Juarez, ofreció que Baja California pasaría a ser parte de EU, derecho de transito a perpetuidad comercial y militar de el Paso a Guaymas, del Río Grande a Mazatlán y el también a través del Istmo de Tehuantepec. Esta vez el senado de E.U. rechazó el tratado.

Irónicamente, nuestra independencia y territorio fueron "salvados" tanto por el pueblo de E.U. como por su senado, que no veian con buenos ojos algo así.

Otro dato curioso es que nacionalmente la frase "El respeto al derecho ajeno, es la paz" se le atribuye a Juarez, pero la conocida máxima es original de Emanuel Kant --premisa fundamental en su obra La paz perpetua (1795).

El diario de Boston“The Atlantic” en su edición de abril de 1860, define perfectamente a este hombre:

“President Buchanan, is committed to very different views. He is the patron of Juarez, whom he would support with all the power of the United States […] a poor Indian boy, and a fruit-seller, Juarez found a patron, who saw his cleverness, and gave him an education, and so enabled him to play no common part in his country, the independence of which he seems prepared to destroy, in the hope, perhaps, of securing for it a stable and well-ordered government.”

Si bien, podría extenderme en hacer un artículo más a profundidad sobre el tópico a tratar, con esto solo trato de invitar a la reflexión y la crítica de nuestra historia, tratar de ver desde varios puntos un hecho y poder tener un criterio propio, ustedes decidirán, quienes han sido nuestros verdaderos héroes.

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