Después del domingo que recorrimos Bérgamo, con todavía el Jet Lag, producto de no haber podido dormir nada en el avión (vieran lo divertido que es desayunar un croissant en Francia....pero a 13 km de altura y con turbulencias...) tuve tres días de juntas, bastante productivas, hasta eso.
Obviamente, como no es menester dar detalles del trabajo (ni puedo por aquello de los acuerdos de confidencialidad) sólo diré que me impresionó que la mayoría de la gente de esta empresa era joven, máximo 40 años, los gerentes. Esto tiro por suelo la primera leyenda urbana sobre europa. "Europa es un continente de viejos" Pues no, la gente que vi, no sólo en la empresa, sino en la calle, rondaba en promedio los 27 años.
La temperatura estaba muy agradable, en la mañana si habia un poco de frio (calculo de 0 a 4 grados, dependiendo del día) pero a medio día alcanzabamos los 10 hasta 15 grados (todo celsius, obvio) así que con una chamarra era suficiente, al menos para mi. Pero lo mejor era poder ir por la calle, a medio día, sin necesidad de usar mis lentes obscuros, ni bloqueador solar, ni sudar, como lo tengo que hacer aqui en Ciudad de México, eso fue muy agradable.
Otro mito que se fue, "Los europeos no se bañan y apestan" Al menos los italianos del norte, estaban aseados y no olian mal jajaja... y tampoco el agua es más cara que el vino... Bueno que fue una masacre de leyendas urbanas, pues.
Así, en juntas transcurrió la semana y el viernes nos llevaron al lugar natal de Antonio Vivaldi, Venecia. El arrivo fue, obviamente por tren, y digo obviamente porque en Venecia no se permite la entrada de coches, ni autobuses, sólo se puede llegar por tren, caminando o por agua. De la estación de tren tomamos una embarcación, que hace las veces de camión y nos transportó por el gran canal. Venecia está compuesta por 120 islas unidas entre sí por 450 puentes.
De ahi, a caminar. Realmente se siente uno transportado a otro siglo, con la ausencia de vehiculos motorizados, ves a los cargadores con sus "diablitos" llevando a pie, todo tipo de mercancia de un lado a otro y/o descargándola de las lanchas, que se ven por los canales, transportando vino y comida, principalmente. Aqui pueden ver un transporte de vinos :
Caminamos entre varios callejones; dentro de los comercios, el más concurrido es donde vendían disfraces y máscaras de carnaval, así como otra constante eran las palomas que abundan en toda la ciudad. Pero también vimos una tienda de Ferrari, donde habia un auto de esta marca en exhibición.
Por fin después de recorrer un poco, llegamos a la Basílica de San Marcos, una impresionante construcción, emblemática de Venecia; con todo el estilo de las construcciones de la Iglesia Romana de Oriente, y gran opulencia. Me impacto su tamaño, pues obviamente la Iglesia más grande que habia visto es la catedral metropolitana de Ciudad de México. San Marcos es un museo vivo de arte bizantino, latinizado; su construcción se inicio en el siglo XI.
Lamentablemente no dejaban tomar fotografías dentro de la basílica, por lo que no puedo colgar nada de sus interiores, pero lo más impresionante de los interiores fue, La Pala D'Oro, que está detrás del altar principal, una obra de orfebrería bizantina hecha solamente de oro, impresionante. Encontré en la red esta fotografía para que se den una idea, pero no le hace justicia.
La Plaza de San Marcos es la más importante de Venecia y no sólo se encuentra la basílica, también el Palacio Ducal, el campanario de San Marcos. La entrada principal es a través de un arco que contiene un reloj muy interesante, que marca las horas con los signos del zodiaco y en el que se puede apreciar el León Alado, símbolo de San Marcos y de Venecia.
El campanario de San Marcos, tiene un mirador a 60 m sobre el nivel de piso, desde donde se puede observar toda venecia, un espectáculo muy hermoso. Cabe resaltar que este campanario (Campanile) es una reconstrucción del siglo XX, fue necesario reconstruirlo completamente después que se desplomara. La reconstrucción fue realizada con los mismos materiales que se construyó originalmente: ladrillos de Bérgamo. En la punta del Campanile a 96 m hay un ángel en movimiento por el viento, que indica su dirección.
El tradicional paseo en Góndola, me lo ahorré, porque el precio estaba muy por arriba de lo que pensaría gastar en él, nada más 50 Euros...
Finalmente, como en todo puerto, la comida tradicional son los mariscos, así que comí un plato de arroz con mariscos y unos camarones capeados, acompañados del famoso Limoncello, un licor de limón, que se usa como digestivo y es bastante sabroso.
A continuación alguna de otras fotos que tomé de la ciudad
Cà D'Oro :
Puente de los suspiros :
Restaurantes y Góndolas, vistas desde el puente Rialto :
Venecia al atardecer (18 horas) :
P.D. a la hora indicada en las fotos, súmenle 8, ya que es la hora de México en horario de verano, olvidé cambiarla
3 comentarios:
Acá sigo de envidiosa, ¿verdad que es maravilloso viajar? Creo que sólo después de los chocolates es lo que más disfruto. Y es que como bien apuntas, estas ciudades tan antiguas en verdad abren portales a otros tiempos, olvidé decirte que preguntaras en los restaurantes si había hipocrás para que me trajeras recetas nuevas :D
Que preciosos lugares, de verdad que me alegra que te hayan mandado a Bergamo ;) se ve que lo pasaste re bien.
Ah pero podés hacer un Lemoncello, mi estimada bruja
ji ji ji, brillante idea me has dado, y buscando, buscando, no es nada complicado... no más deja consigo el alcohol y experimentar un poco igual y pa tu cumple ya lo tengo listo... cacle, cacle, cacle
Publicar un comentario