jueves, abril 17, 2008

La Isla Esmeralda

Todo el que me conozca un poco sabe de mi pasión por los celtas, esa fascinación que va más allá de un simple hobbie. Aquello que se despertó por ahí de 1991, gracias a la magnifica cantante Enya y que me ha llevado a recorrer un camino que eventualmente me trajo a una de las tierras celtas. Sin embargo Bretaña, a pesar de lo mucho que me ha gustado, de lo a gusto que me siento aquí, no tiene el espíritu celta que se puede encontrar en la Isla Esmeralda, Irlanda.

Después de muchos años de desearlo, por fin pude tocar tierra Irlandesa, mi peregrinaje llegó a su máximo esplendor.

Afortunadamente este viaje no lo hice solo, tuve una compañía espléndida de mi muy querido amigo Anton, que hizo doblemente mágica la jornada, el recorrer esos valles, bosques, lagos, playas.

Después de arribar a Dublín, rentamos un auto y nos dirigimos a recorrer, la primera parada New Grange.

New Grange es el monumento neolítico más importante de Irlanda y talvez el más antiguo de Europa, esta Tumba/Templo fue construida alrededor del 3200 a.C., a pesar de que no se sabe a ciencia cierta el uso original, es de fácil deducción ver sus propósitos rituales. La edificación que precede al arribo de los Celtas a Irlanda, fue, sin lugar a dudas, un centro de ritos y veneración para la cultura Celta. En algunos textos se dice que estos pueblos lo asociaban con la casa original de los Tuatha dé Danna, los dioses de Irlanda.

La cámara interna de la tumba se ilumina cada solsticio de invierno, donde, gracias a su perfecta alineación, los rayos del sol entran a lo que todo el resto del año permanece en total obscuridad, al amanecer, como indicativo de que el sol regresa, de que el invierno va ya en decadencia, y que el astro rey ilumina de nuevo. Vida, muerte y renacimiento, como indican los triskeles que adornan la cámara por dentro y en las piedras que se encuentran en la entrada.

Tuvimos la oportunidad de entrar, y la atmósfera dentro es imponente, se respira la antigüedad del lugar, se respira su fuerza y su espíritu; es fuerte y quedé incluso mareado, pero no es un sentimiento negativo, es algo neutro, de gran fuerza lo que se percibe en él.

Miles de generaciones han pasado por ese lugar, desde la raza desconocida que lo construyo, los Druidas Celtas, hasta las generaciones actuales.

Como todo este viaje, las imágenes fueron acompañadas por música, porque Irlanda es música, es atmósfera, es alegría y misticismo, es hospitalidad y baile.

Así que, que mejor que imágenes del lugar con música de Clannad.



Después, tomamos camino hacia el norte, recorriendo hermosas carreteras, con paisajes bucólicos, con valles y bosques; hasta internarnos en Irlanda del Norte, cruzarla y llegar finalmente al condado de Donegal, en el norte de la República de Irlanda.

Donegal es un condado donde se habla aún Gaélico, la lengua Celta de Irlanda. Pero más allá del idioma, se puede respirar el ámbito rural y típico, esa magia que dan los pequeños pueblos, de gente amable y sonriente, esos paisajes verdes, con rios y montañas majestuosas. También, en la noche la lluvia hizo su aparición, pues que sería de Irlanda sin su lluvia. Una fortísima embestida desde el cielo, que no nos dejaba ver bien, pero a pesar de eso, arribamos a nuestro destino para pasar la noche, Donegal Town, la capital del condado.


Después de dormir, recuperar energías y tomar un Irish Breakfast (un huevo frito, tocino, papas, black pudin, tostadas, cereal y té) continuamos nuestro camino hacia Gweedore, en la costa atlántica.

En el camino tuvimos que parar para admirar el paisaje, pues era espléndido, así con la montaña Errigal detrás de nosotros, nos relajamos y tomamos camino de nuevo.

Después de pasar el poblado de Letterkeny, la siguiente parada fue el parque nacional de Glenveagh, un hermoso santuario natural donde pudimos recorrer sus bosques y bordear caminando el Lough Veagh, coronado por el Castillo Caisleán.

Este fue el primer escenario conmemorativo de ese sueño, el poder vivir las imágenes que por tanto tiempo estuvieron en nuestras mentes.

Continuamos nuestro camino, cuando de pronto, lo divisamos, Poison Glen

El lugar que esperabamos ver, una pequeña ermita en un valle rodeado de montañas, un lugar que evocaba nuestros recuerdos

Finalmente después de esa gran vista, arribamos a Gweedore, y por supuesto, buscamos la Taverna de Leo, el padre de Eithne Ni Brahonain, ya de noche, llegamos a cenar ahí.

El lugar nos recibió con música del CD de Amarantine, con los discos de oro de Enya en las paredes, y un rico estofado irlandés acompañado de una buena Guiness. Después, a buscar nuestro hospedaje, la casa de huéspedes (B&B) de Brid Duggan, la hermana de la madre de Enya. Así que ahí pasamos la noche, con la hospitalidad de la Sra. Duggan, y su buen humor, ahí dormimos, donde algunos integrante de Clannad crecieron y donde seguramente Enya visitaba a sus primos y tia, pues la casa de sus padres está justo enfrente.

La mañana siguiente fuimos a las playas de Gweedore, donde caminamos y respiramos ese ambiente mágico de Irlanda. Al conectar con esta tierra es más fácil entender tanto sobre los Celtas, sobre sus historias, su cosmovisión, todo.

En la tarde, regresamos a Leo’s, donde tuvimos la oportunidad de escuchar tocar y cantar al mismísimo Leo, y de escucharlo contar la historia del local de ya 40 años, y de lo orgulloso que está de sus hijos e hijas.

Así pues, regresamos a descansar de lo que fue, emocionalmente un evento muy fuerte, un sueño de muchos años hecho realidad, algo que hasta el día de hoy no asimilo al 100%, estuve ahí, ahí donde soñé estar por tanto tiempo.

Posteriormente de regreso a Dublín, donde pude juntarme con mi amiga Rhona, una chica irlandesa muy culta y docta en temas celtas, pero sobre todo ello, agradable, alegre y excelente anfitriona.


Con ella celebramos San Patricio, si, la fiesta nacional de Irlanda y yo en Dublín, fue genial, el desfile, el baile en la calle, y el pub crawl en la noche, con música en vivo.

En Dublin también pudimos conocer la casa de Enya

Un sueño hecho realidad, una ilusión y alegría que difícilmente olvidaré, una compañía espléndida, recuerdos imborrables que me acompañarán por toda mi vida, y me harán esbozar una sonrisa cada vez que los recuerde.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ál:
Me dejaste por un instante sin palabras. Qué maravilloso viaje. Me parece sensacional que hayas conocido esos lugares (sobre todo me sorprende el cómo localizaste a la familia de Enya ¿Es fácil?) Recuerda traer mi piedra.
Besos y abrazos.

Strega: Mater Tenebrarum, Dame Merencoly. dijo...

Querido Al:

Que regusto me da que hayas cumplido uno de tus sueños, que linda narración, se siente tu emoción, que hermosas fotos, además narración interactiva con videos ilustrativos y todo. Me hace feliz que seas feliz.

Besos brujos

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