Este fin de semana tuve la oportunidad de rentar dos pelis que dejan al cerebro trabajando.
La primera y más digerible es "The number 23" con Jim Carrey
Después de
Eternal Sunshine of the Spotless Mind, nos encontramos una vez más con un Carrey en un papel serio. Y el resultado es bueno, aunque no le es posible quitarse del estereotipo de payaso de sus peliculas anteriores (al menos no de mi mente) creo que está probando con estas actuaciones que también es capaz de hacer papeles serios y de buena manera; lo cual aplaudo.
Walter Sparrow es un sencillo hombre al cual le regalan una novela la cual habla un poco de numerología donde se explica como el número 23 se encuentra atado a importantes eventos mundiales así como también a la vida del detective Fingerling, protagonista de la novela. Pero a medida que Sparrow se adentra en la historia empieza a creer que esta se encuentra basada en su vida encontrando en cada página nuevas similitudes que lo empiezan a obsesionar en la novela y el número 23.
Es una película paranoie, es la mejor forma de calificarla, un thriller, que logra sorprender bastante, con giros inesperados, aunque un final demasiado explicado, para mi gusto, creo que pudieron dejar más a la imaginación y no digerirlo todo.
Sin embargo creo que es una película interesante y que te mantiene atento a lo que va a pasar, un número que te persigue, sin llegar a los extremos trepidantes y totalmente surrealistas de Pi, puede entretener. Y me deja, como todas las películas donde se muestra la capacidad del ser humano de matar, deseando que nunca tenga la oportunidad de hacerlo... pues lo peor no sería eso, sino la pregunta ¿me gustaría hacerlo?
En fin fuera de paranoias personales, es una película que sin merecer el mayor de los galardones, logra envolverte en su ambiente y llevarte de la mano, tratando de descubrir junto con el personaje la verdad, si es que esta puede ser un asunto de simple paranoia... o no.
La siguiente película que tuve oportunidad de ver es The fountain, de Darren Aronofsky, el mismo director de Pi.
Este película es muy buena, pero muy dificil de digerir, es un sueño, surrealista hasta la médula, sin embargo, la mejor forma de describirla es mágica.
Es, como dijo
Strega en su momento, una historia de amor, totalmente de acuerdo, de amor y de la búsqueda de aquel arquetipo de la humanidad, la vida eterna.
Sin embargo es una película que le habla al subconciente, no a la parte racional, una película que tiene el particular lenguaje de los sueños, para darnos un mensaje mientras estamos despiertos.
Alejada de la paranoia de Pi, pero cercana en su surrealismo y lenguaje. No hay cosas digeridas y facilonas, es un entretegido de conceptos, arquetipos y sueños que hacen que tu mente trabaje en una forma en que no está acostumbrada en este mundo material, racional y estrepitoso.
Lo único que le quitaría es ese lenguaje budista "new age" que trata de meter en la parte onírica de la película, creo que sale sobrando y no aporta nada más que un cliché demasiado visto. Como si la única forma de entrar al mágico mundo del subconciente, y espiritual fuera con las tradiciones orientales.
Una película sin duda recomendable.