lunes, marzo 13, 2006

En realidad eres producto de mi imaginación

El estar divagando sobre teoría cuántica me va a dejar esquizofrénico

La Interpretación de Copenhague y los multiuniversos de Everett, tienen cada implicación filosófica que en verdad sacan la paranoia dentro de mi.
Si tomamos la interpretación de Böhr, llegamos a un estado de alienación y perpetuo espiral, por la dependencia de la realidad al observador y la llamada regresión infinita, respectivamente.

Por otro lado, la teoría de Everett nos mete en un estado de determinismo grande. Pues quiere decir que ya tooodos los posibles universos fueron creados y si yo estoy escribiendo esto, sólo podría estarlo escribiendo, porque el no hacerlo ya esta sucediendo en otro universo alterno y podríamos llegar por inferencias a deducir que sólo puede pasar lo que está pasando como cadena de acciones y que otra cosa pertenece a otro universo al cual no tenemos acceso entonces el libre albedrío sería solo una ilusión mental.

Si tomamos en cuenta el principio de causalidad, pues lo que estamos haciendo o lo que está sucediendo o el comportamiento de x partícula, depende de algo previo, pero si en el universo que estamos sólo existe una sola vía de posibilidades (como un camino hacia atrás sin bifurcaciones) pues las otras están sucediendo en otros universos, pues lo veo muy determinista. Sin embargo es consistente con la mecánica clásica, ya que en esta, conociendo las condiciones iniciales podemos predecir las condiciones finales y, en teoría si pudiéramos conocer las chorropotomil billones de condiciones que afectan algo podríamos, sin lugar a equivocarnos, saber como se comportará algo en determinado tiempo y lugar, lo que está apoyado por la teoría del caos y el "orden en el caos"

¿No sería que a cada instante tenemos infinitas posibilidades y vamos moldeando nuestra realidad, y que al final somos nosotros y no Dios los que jugamos a los dados?

¿Qué es real y que no? No podemos demostrarlo, en realidad no podemos demostrar la existencia de nada. Si asumimos como Descartes, la duda metódica y la falibilidad de nuestros sentidos, sólo podemos asegurar que nosotros existimos, pues nuestra existencia es sabida en primerísimo lugar por nosotros, ¿pero todo lo demás? y cuando me refiero a todo es todo.

Podría ser que somos una partícula con conciencia dentro de un universo o un ente superior (aka Dios) que simplemente tiene la posibilidad de imaginar todo este mundo y que los límites de su imaginación son los límites de lo que en su mundo de fantasía se llaman límites físicos del universo. Que el hecho de no poder imaginar un cuadrado redondo, lo hace parecer un imposible en el mundo, al igual que muchas otras cosas. Y saldrá la pregunta, pero como es posible que podamos imaginar algo tan complejo y es más, sabemos que somos seres falibles e imperfectos y hasta que un día moriremos. Y yo pregunto ¿Estás muerto?, ¿bueno como sabes que va a pasar si no te has muerto? o incluso ¿Como sabes que no lo que llamas muerte es sólo parte de tu juego, de tu mundo imaginario?

Estas reflexiones llevaron al Buen René a llegar a la conclusión de que Dios no podía ser tan mezquino y que todo no podía ser sólo un sueño que estoy teniendo. ¿Pero en realidad como lo podemos saber?

1 comentario:

Errantus dijo...

Y Dick era el paranóico...

Esquizofrenia venme a buscar.

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