El sincretismo

Sincretismo. Esta palabra, que al final no es sino sinónimo de mezcla, ha sido aplaudida por muchos, rechazada por otros. Y es que siempre existen puristas en todos los campos que se negaran a recibir de buena gana una mezcla de dos cosas, que a su gusto, no tienen nada que ver. Y también habrá quien por otro lado, sin tomarse mayor molestia que hacerlos superficialmente, se pone a mezclar cosas sin ton ni son.

Si bien es cierto que el sincretismo es algo que, si se hace adecuadamente y con el respeto correspondiente a cada parte que integra el nuevo resultado, puede llegar a dar resultados espectaculares; también es cierto que en ocasiones el resultado es una mezcla sin pies ni cabeza que no aporta nada. Y cabe decir que no todas las áreas son susceptibles tan fácilmente como otras a estas mezclas, en especial uno tiene que ser muy cuidadoso cuando se lleva a áreas como la espiritual o la ética.

Pero en una de las áreas donde más libertad se tiene, pues el proceso creativo debe ser eso, libre de cualquier atadura y prejuicio, es en el arte. En especial quiero referirme aquí a la música. Las corrientes del llamado folk, palabra tomada del inglés, que a su vez este toma del alemán y que no significa otra cosa que “gente”¨; han experimentado en varias ocasiones con ritmos que podrían parecernos anacrónicos. ¿El resultado? Una gama de opciones para escuchar que llevan estos cross-overs a campos inimaginados.

¿Qué pasa cuando un latinoamericano se fusiona con la cultura celta? ¿Cómo puede esto ser posible? En realidad si uno lo piensa un poco, no es de sorprender en demasía, dado que la música de América es una mezcla cuyos principales pilares son la música popular europea y la africana, y de la música popular europea es fácil rastrear las influencias que la cultura celta tuvo, no solo en países como Irlanda, Escocia, o Inglaterra, sino en Francia y el norte de España. Así que mientras la interpretación de la música celta por parte de los colonos británicos y franceses en lo que ahora es el sur de Estados Unidos, dio como resultado el “country”, en México dio como resultado los sones. Los patrones melódicos y rítmicos están ahí, y no se necesita cavar mucho el pozo para encontrar el agua. Lo mismo puede decirse de la música del Caribe, incluyendo la salsa, aunque ahí lo predominante sean los patrones africanos.

Ya han habido otros grupos que han explorado la idea, como Afro-Celt sound system, aunque este mirando en los patrones más básicos de ambos sistemas y llevándolos al ámbito de la música electrónica. Pero gracias a un programa de la BBC Alba (es decir Escocia) llamado Celtic Connections, descubrí un grupo sumamente interesante. El resultado de este sincretismo es algo llamado Salsa Celtica (pronúnciese Kéltica) que lleva a buen término la conjunción de los ritmos Celtas de las Islas con los ritmos Americanos del Caribe.

Siendo nativo de un país que lleva el sincretismo en sus bases más profundas, y siendo una persona cuyos gustos tienden a ser en un espectro más amplio que lo común. Encontrar este fusión me ha parecido excelente y he de decir que disfruté bastante sus interpretaciones.

Así que, dicen que una imagen vale más que mil palabras, y en esta ocasión un video vale más que mil imágenes. Les dejó a Salsa Celtica, en compañía de dos excelentes cantantes escocesas.