Este fin de semana tuve la oportunidad de asistir al London Pride 2009. Fue una fiesta en grande, toda el área de Picaddilly y Soho hasta la plaza de trafalgar se llenaron de participantes, y dado que se cerró la circulación vehicular las calles lucían abarrotadas.
Algo que llamó mucho mi atención sobre este evento a comparación de los que se realizan en otros lugares es la trascendencia social que refleja.
Es normal asociar las marchas gay con disfraces estrafalarios, Drag Queens, música, baile y fiesta. Y si, todo eso hubo en el festival londinense, pero el elemento principal del desfile fue mostrar la participación social del colectivo LGTB en la comunidad. El desfile abrió con la participación de los grupos gay de la marina, milicia, policía y cuerpo de bomberos.
Después otros sectores de la sociedad como médicos y enfermeras, deportistas, asociaciones juveniles, universidades, aerolíneas, banqueros y hasta los modelos de ropa interior. Después vino el turno de asociaciones religiosas y sus miembros LGTB, budistas, hare krishnas, judíos y por supuesto cristianos, a pesar de que la mayoría de las iglesias cristianas como instituciones rechazan todavía la homosexualidad, eso no impide que los individuos conserven su fe más allá de las fallidas instituciones humanas. Luego vinieron las asociaciones LGTB en general, coros, orquestas, grupos de baile, etc. Y claro los grupos políticos, el partido liberal y el partido laborista, así como asociaciones de inmigrantes y exiliados y claro amnistía internacional.
Creo que este formato de festival es muy interesante y benéfico, pues sin perder la alegría de la fiesta, música, baile, etc. muestra a la sociedad en general que ser lesbiana, gay, transexual o bisexual no es sólo cuestión de disfraces y excentricidades, que de hecho esa es sólo una minoría; sino que el colectivo es parte integral de la sociedad, que los seres humanos que trabajan en cada sector social, estudian en cada escuela y universidad, viven y comparten con cada persona, no dejan de serlo porque su sexualidad sea diferente a la de la mayoría. Que el colectivo LGTB no son sólo hijos, hijas, amigos, amigas o padres (ya que en este país se permite la adopción y próximamente la surrogancia) sino también el médico, policía, bombero, maestro, etc. que trabajan por el bien de la sociedad en general.
Por supuesto mucho tiene que ver la apertura social del país en si, en el que se permita a la gente vivir con libertad su sexualidad sin ser motivo de rechazo o prejuicios.
Ojalá esto sea algo que se vea más y más en diversos países, en especial en mi continente donde salvo talvez Canadá, en la mayoría de los países existe todavía una fuerte discriminación y rechazo, y aunque mucho se ha avanzado, en especial si se compara con las sociedades como algunos países islámicos donde ser gay, lesbiana o bisexual es incluso penado con la muerte, queda mucho por avanzar.
